miércoles, 11 de julio de 2012

Otro fútbol español es posible

Justo el día que la Selección Española celebraba su merecido título en la Eurocopa por segunda vez consecutiva y se convertía en la primera selección de la historia en encadenar tres títulos consecutivos, el fútbol modesto de nuestro país vuelve a desangrarse un poco más, como por desgracia ya viene siendo habitual en estas últimas temporadas. En esta ocasión son cinco los equipos que descienden de Segunda B a Tercera por impagos (Badajoz, Ceuta, Denia, Palencia y Puertollano), que se unen al Sporting Villanueva y al Polideportivo Ejido, retirados a mitad de temporada en el Grupo IV. En total, siete equipos de un total de 80 no han podido con la presión económica que exige competir en el tercer escalón del fútbol español. Y eso sin contar con el Orihuela, que no ha podido cumplir con el aval exigido por la RFEF. Una auténtica sangría y una desgracia que pone en evidencia la salud del fútbol español (y eso sin entrar a valorar todos los equipos con problemas económicos, que son muchos más).

¿Por qué sucede esto? Muchas pueden ser las explicaciones, e incluso muchos lo achacarán a que hay equipos viviendo por encima de sus posibilidades. Pero… ¿son los clubes los que viven por encima de sus posibilidades? ¿O es el propio sistema de divisiones el que vive por encima de sus posibilidades reales? ¿Es factible seguir contando con 80 equipos en el tercer escalón del fútbol nacional? Viendo el devenir de los últimos años, claramente no. Y no sólo por las penurias económicas que sufren muchos equipos en esta categoría, cuyos gastos están claramente descompensados con los ingresos que genera (estamos hablando de 50.000€ únicamente entre arbitrajes y gastos federativos, a lo que hay que sumar desplazamientos, seguridad social, salarios, etc. Nos situamos en 600.000€ de gastos por temporada para una asistencia de espectadores que en muchos casos no supera las 1.000 personas), sino por la desigualdad entre equipos que genera el hecho de haber tantos equipos en el mismo escalón, encontrando equipos casi (o sin el casi) profesionales compitiendo contra equipos de pueblo completamente amateurs.

¿Es bueno para el fútbol que un equipo humilde con un estadio de 3.000 espectadores ascienda al tercer escalón del fútbol nacional y compita en un estadio de 30.000? Sí. ¿Es bueno para el fútbol que ese mismo equipo desaparezca a los pocos años por las pérdidas ocasionadas por tal hazaña? Evidentemente, no.

Dicho todo esto, pasemos a lo que realmente voy: Hay que modificar el sistema de ligas del fútbol español. No puede ser que bajar de Segunda a Segunda B signifique la ruina económica… y mucho menos que el ascenso de Tercera a la misma Segunda B también signifique la ruina. Ese tercer escalón de la pirámide no puede continuar siendo un pozo sin fondo para tantos y tantos equipos ni puede seguir siendo una competición denostada por los propios aficionados por la masificación de la misma (recordemos: ¡80 equipos!). Ese tercer escalón debe ser una competición con mucho más nivel, que atraiga a espectadores y patrocinadores, cuyos resultados puedan ser comentados en los programas deportivos sin tener que decirlos de pasada cada media hora debido a enorme cantidad de partidos.

De hecho, si nos fijamos en las ligas más importantes de Europa, España es la única que cuenta con 4 grupos en su tercer nivel: en Inglaterra, Francia y Alemania hay un único grupo, mientras que Italia y Holanda cuentan con dos grupos. ¿Cómo explicar eso en el segundo país más grande de Europa? Probablemente algunos digan que es precisamente por eso, por la extensión del país, pero entonces, ¿qué pasa con Francia?

Particularmente, el sistema que más me gusta es el inglés: Un único grupo por división hasta quinta, dos en sexta y tres en séptima. Cierto que el país es más pequeño, pero la estructura de su fútbol favorece ampliamente el espectáculo y atrae más a los espectadores que el español.

¿Qué sistema propondría yo? Pues bien, tengo dos opciones que considero perfectamente viables y mucho más saludables para el fútbol nacional que la actual. Pasemos a verlas:


Primera División (20 equipos)
Segunda División (20 equipos)
Tercera División (20 equipos)
Cuarta División (40 equipos – dos grupos)
Quinta División (80 equipos – cuatro grupos)
Sexta División (180 equipos – nueve grupos)
Séptima División (360 equipos – 18 grupos)
Divisiones Regionales

Este sistema es el que, particularmente, más me gusta. Primera y Segunda se mantendrían como hasta ahora (reduciendo el número de equipos en Segunda), la Segunda B desaparecería, dando paso a una Tercera División con un único grupo que no fuera la ruina para los que descienden de Segunda y cuyo mayor nivel competitivo atraería más a espectadores, patrocinadores y, por qué no, televisiones.

Tras esas tres divisiones llegaría un cuarto nivel en el que ya se dividiría la competición en dos grupos (Norte y Sur, preferiblemente). Por debajo de él, una Quinta División con una estructura muy parecida a la actual Segunda B, pero con menores costes para los equipos participantes. El sexto nivel de este sistema sería una división compuesta por nueve grupos que podrían abarcar las siguientes zonas:

Grupo 1: Galicia, Asturias, León, Zamora.
Grupo 2: Cantabria, Palencia, Burgos, Valladolid, La Rioja, País Vasco, Navarra.
Grupo 3: Soria, Zaragoza, Huesca, Lérida.
Grupo 4: Gerona, Tarragona, Barcelona, Castellón, Baleares.
Grupo 5: Teruel, Guadalajara, Cuenca, Segovia.
Grupo 6: Salamanca, Ávila, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cáceres, Canarias.
Grupo 7: Badajoz, Huelva, Sevilla, Córdoba, Cádiz.
Grupo 8: Málaga, Granada, Jaén, Almería, Ceuta y Melilla.
Grupo 9: Murcia, Albacete, Alicante, Valencia.

Evidentemente, estas zonas no serían fijas y podrían ir cambiando en función de los ascensos y descensos de equipos, pudiendo intercambiar de grupo algunos equipos para que todos tuvieran el mismo número de equipos. La actual Tercera pasaría a ser el séptimo nivel, con las divisiones regionales por debajo.

El sistema de ascensos y descensos sería el siguiente:

Primera
Tres equipos
Tres equipos (2 directos, los siguientes 4 se juegan la otra plaza en un play-off)
Segunda
Cuatro equipos
4 equipos (3 directos, los siguientes 4 se juegan la otra plaza en un play-off)
Tercera
Cuatro equipos
Cuatro equipos (los dos campeones de grupo directos. Los siguientes cuatro de cada grupo se juegan entre ellos otra plaza)
Cuarta
Ocho equipos (cuatro últimos de cada grupo)
Ocho equipos (los cuatro campeones de grupo directos. Los siguientes cuatro de cada grupo se juegan entre ellos otra plaza)
Quinta
18 equipos (cuatro últimos de cada grupo. Los quintos por la cola se juegan las otras dos plazas entre ellos en play-off)
18 equipos (el primero de cada grupo directo. Los siguientes cuatro de cada grupo se juegan entre ellos otra plaza)
Sexta
36 equipos (cuatro últimos de cada grupo)
36 equipos (el primero de cada grupo directo. Los siguientes cuatro de cada grupo se juegan entre ellos otra plaza)
Séptima
54 equipos (tres últimos de cada grupo)
54 equipos
Divisiones Regionales

(Los ascensos y descensos de las divisiones regionales a Séptima podrían variar en función de la comunidad autónoma).

¿Cómo podríamos pasar del sistema actual a éste? En sólo dos años lo conseguiríamos de la siguiente manera:

Primer año:

  • Mantenemos intactas Primera y Segunda División (a ésta ascienden los campeones de los cuatro grupos de Segunda B).
  • Creamos la nueva Tercera División con los siguientes equipos: 4 descendidos de Segunda y 16 ascendidos de Segunda B (2º-5º de cada grupo).
  • Creamos la Cuarta División con cuatro grupos de 20 equipos cada uno con los siguientes equipos: 42 equipos de Segunda B (6º-15º y dos 16º) y 38 ascendidos de la actual Tercera (18 campeones de grupo y 20 más en play-off que disputarán los equipos clasificados entre el 2º y el 5º puesto. Para ello, 8 equipos quedarán exentos en primera ronda del mismo).
  • Creamos la Quinta División con 9 grupos de 20 equipos cada uno con los siguientes equipos: 18 descendidos de Segunda B (17º-20º y dos 16º) y 162 ascendidos de Tercera (los 54 perdedores del play-off de ascenso a Cuarta y del 6º al 9º de cada grupo).
  • Creamos la Sexta División con 18 grupos de 20 equipos cada uno con los siguientes equipos: 162 equipos que siguen de Tercera (10º-18º) y 198 ascendidos de las Divisiones Regionales.
  • 36 equipos de Tercera (los dos últimos de cada grupo) descenderán a Regional.

Segundo año:

  • Reducimos el número de equipos en Segunda División hasta 20. Para ello descenderán cinco a Tercera y únicamente ascenderán tres equipos desde esta categoría.
  • Tercera se mantiene como está recibiendo los cinco descendidos de Segunda y los cuatro campeones de Cuarta División.
  • Creamos la nueva Cuarta División con dos grupos de 20 equipos cada uno con los siguientes equipos: seis descendidos de Tercera (15º-20º) y 34 ascendidos de Cuarta (del 2º al 9º de cada grupo y dos 10º).
  • Cuarta pasa a ser la nueva Quinta División y contará con los siguientes equipos: 34 equipos que siguen del año anterior y 46 ascendidos de Quinta (del 1º al 5º de cada grupo y el mejor 6º clasificado).
  • Quinta pasa a ser la nueva Sexta División contando con los siguientes equipos: ocho descendidos de Cuarta (19º-20º de cada grupo), 116 que se mantienen del año anterior (ocho sextos y hasta el 18º clasificado de cada grupo) y 64 ascendidos de Sexta (1º-3º de cada grupo y 10 cuartos, salidos de una eliminatoria directa entre los 18 equipos clasificados en 4ª posición en su grupo [9 vencedores y un “lucky loser”]).
  • Sexta pasa a ser la nueva Séptima División contando con los siguientes equipos: 18 descendidos de Quinta (19º-20º de cada grupo), 260 que se mantienen del año anterior (los 8 perdedores de la eliminatoria de ascenso a Sexta y hasta el 18º de cada grupo) y 82 ascendidos de las Divisiones Regionales.
  • 36 equipos de Sexta (los dos últimos de cada grupo) descenderán a Regional.
A partir del tercer año, con la nueva estructura de ligas, ya podremos utilizar el sistema de ascensos y descensos comentado anteriormente.


Primera División (20 equipos)
Segunda División (20 equipos)
Tercera División (20 equipos)
Cuarta División (40 equipos – dos grupos)
Quinta División (80 equipos – cuatro grupos)
Sexta División (360 equipos – 18 grupos)
Divisiones Regionales

Este sistema, como se puede comprobar, únicamente se diferencia del anterior en la eliminación de la Sexta División de nueve grupos de 20 equipos.

Con este modelo los 20 equipos más punteros de la actual Segunda B jugarían entre ellos, lo que conllevaría un lógico ascenso en la competitividad y nivel de la competición, volviendo a lo que comentamos en el anterior sistema: mayor afluencia de espectadores, más interés por parte de los patrocinadores y televisiones, facilidad de información en prensa y radio. Inmediatamente por debajo de esta división aparecería una categoría dividida en dos grupos (Norte y Sur), en la que podrían competir perfectamente los clubes semi-profesionales que actualmente deambulan por Segunda B agobiados económicamente. Los menores costes que conllevaría esta división (federativos y salariales), unido a un posible incremento de espectadores debido al menor número de equipos en la categoría (mayor competitividad) harían mucho más llevadera la existencia de estos equipos en la categoría.

Un escalafón por debajo encontraríamos una división con la misma estructura que la actual Segunda B (pero con unos gastos mucho menos elevados). Sus pobladores podrían ser perfectamente los equipos que actualmente luchan por la salvación en Segunda B y los principales equipos punteros de Tercera, muchos de los cuales firman su sentencia de muerte al ascender de categoría, cosa que no sucedería en este modelo.

Por último nos encontramos con la Sexta División, integrada por 18 grupos regionales a imagen y semejanza de la actual Tercera División. La principal ventaja de este sistema con respecto al anterior es que el número de clubes que militan en categorías regionales que tendría que dar el salto para completar las plazas vacantes dejadas por los equipos que forman las nuevas categorías superiores sería mucho menor.

El sistema de ascensos y descensos sería el siguiente:

Primera
Tres equipos
Tres equipos (2 directos, los siguientes 4 se juegan la otra plaza en un play-off)
Segunda
Cuatro equipos
4 equipos (3 directos, los siguientes 4 se juegan la otra plaza en un play-off)
Tercera
Cuatro equipos
Cuatro equipos (los dos campeones de grupo directos. Los siguientes cuatro de cada grupo se juegan entre ellos otra plaza)
Cuarta
Ocho equipos (cuatro últimos de cada grupo)
Ocho equipos (los dos campeones de grupo directos. Los siguientes cuatro de cada grupo se juegan entre ellos otra plaza)
Quinta
18 equipos (cuatro últimos de cada grupo + dos quintos por la cola)
18 equipos (play-offs con el sistema actual)
Sexta
54 equipos (tres últimos de cada grupo)
54 equipos
Divisiones Regionales

(Los ascensos y descensos de las divisiones regionales a Séptima podrían variar en función de la comunidad autónoma).

¿Cómo podríamos pasar del sistema actual a éste? En esta ocasión vamos a necesitar de tres años, siendo el tercero únicamente para reducir la Segunda a 20 equipos. Lo detallo:

Primer año:

  • Mantenemos intactas la Primera y Segunda División (a ésta ascienden los cuatro campeones de cada grupo de Segunda B).
  • Creamos la nueva Tercera División con los siguientes equipos: cuatro descendidos de Segunda División y 16 ascendidos de Segunda B (2º-5º de cada grupo).
  • La actual Segunda B pasaría a ser la Cuarta División con los siguientes equipos: 44 que continúan del año anterior (6º-16º) y 36 ascendidos de Tercera División (18 campeones de grupo y 18 más en un play-off con el formato actual entre los equipos clasificados del 2º al 5º puesto de cada grupo).
  • La actual Tercera pasa a ser la Quinta División con los siguientes equipos: 16 descendidos de Segunda B (17º-20º), 270 que continúan del año anterior y 90 ascendidos de las Divisiones Regionales, adonde descienden 54 equipos (18º-20º de cada grupo).
Segundo año:

  • Mantenemos intactas Primera, Segunda División y Tercera División (a ésta ascienden los cuatro campeones de cada grupo de Cuarta).
  • Creamos la nueva Cuarta División con dos grupos de 20 equipos cada uno con los siguientes equipos: cuatro descendidos de Tercera y 36 que continúan del año anterior (2º-10º de cada grupo).
  • La actual Cuarta pasa a ser la Quinta División con los siguientes equipos: 40 “descendidos” del año anterior (11º-20º de cada grupo) y 40 ascendidos de Quinta (18 campeones de grupo y 22 en play-off. En este play-off participarían 88 equipos (2º-6º de cada grupo excepto los dos peores sextos clasificados), que tendrían que superar dos eliminatorias para ascender.
  • La actual Quinta pasa a ser la Sexta División con los siguientes equipos: 266 que continúan del año anterior (los 66 perdedores del play-off, los dos peores sextos y los clasificados del 7º al 17º puesto de cada grupo) y 94 ascendidos de Divisiones Regionales, adonde descienden 54 equipos (18º-20º de cada grupo).
Tercer año:

  • Mantenemos intacta la Primera División.
  • Reducimos el número de equipos en Segunda a 20 equipos. Para ello descenderán cinco equipos a Tercera y sólo ascenderán tres.
  • Para evitar elevar el número de equipos de las divisiones inferiores, de cada división descenderán dos equipos más de los que ascienden a ella. Por tanto:
    • De Tercera descienden cuatro equipos a Cuarta, de donde únicamente ascienden 2 (los dos campeones de grupo).
    • De Cuarta descienden 10 equipos a Quinta (16º-20º de ambos grupos), de donde ascienden 8 equipos (cuatro campeones y cuatro en play-off entre los clasificados del 2º al 5º puesto de cada grupo).
    •  De Quinta descienden 20 equipos a Sexta (16º-20º de cada grupo), de donde ascienden 18 equipos por el sistema de play-offs actual.
    •  De Sexta descenderían 56 equipos a Regional, de donde ascienden también 54. Estos dos descensos “extras” quedarían reflejados antes de iniciarse la competición, sufriéndolos los grupos que terminaran con más de 20 equipos tras los ascensos y descensos pertinentes.
A partir del cuarto año, con la nueva estructura de ligas, ya podremos utilizar el sistema de ascensos y descensos comentado anteriormente.

Como veis, todo es proponérselo. Hay muchas maneras de salvar el fútbol español y no dejarlo morir lentamente como está ocurriendo estos últimos años, donde los clubes no sólo se ahogan en Segunda B (los que más llaman la atención), sino también en Tercera e incluso en Preferente, donde los costes federativos son ridículamente caros para los prácticamente nulos ingresos de los clubes (estamos hablando de, en el caso de Murcia, 390 euros por arbitraje (cuando las taquillas en muchas ocasiones no superan los 100 euros), mientras que un árbitro de la fase nacional de Copa del Rey cobra 300€ (circular nº5 de la RFEF para la temporada 2011/2012)). Con esta reforma del sistema todos estos costes se abaratarían (al haber más divisiones por encima), los clubes podrían subsistir más cómodamente, el nivel de la competición aumentaría y el interés de los aficionados, en teoría, también.

En el tema de los costes federativos, por ejemplo, se podría implementar la siguiente solución:

  • La nueva Tercera División, al ser grupo único, pasaría a ser profesional (y no semi-profesional como es ahora la 2ªB), con los costes de licencias que actualmente hay en 2ªB o ligeramente superiores.
  • Los costes de la actual Tercera deberían ser para las nuevas Sexta (modelo A) o Quinta División (modelo B).
  • Los costes de las nuevas Séptima (modelo A) o Sexta (modelo B) deberían ser ligeramente inferiores a los que actualmente hay en Preferente, o de lo contrario seguiríamos incurriendo en el mismo problema de ahogamiento de muchos clubes. Evidentemente, esto quiere decir que las divisiones regionales verían reducidos sus costes federativos, algo que agradecerían enormemente la inmensa mayoría de clubes participantes en dichas categorías.
  • La nueva Cuarta División, semi-profesional, debería contar con unos gastos algo inferiores a los que actualmente soporta la Segunda B.
Todo esto último debería ser estudiado más en profundidad, está claro, pero, visto el panorama actual del fútbol español, es un buen punto de partida.

Por último, hay que tocar el tema de los filiales. En realidad no habría que hacerlo, puesto que ya hay aprobado un proyecto para crear la necesaria liga de filiales, pero mientras no se haga realidad ese proyecto, los equipos filiales no podrían competir por encima de Tercera División (con cualquiera de los dos modelos propuestos). Desvirtúan la competición y no deben poder participar en Segunda División.

Villar comentó el otro día que lo más importante son los miles de clubes modestos. Si de verdad piensa eso no debe permitir que esta situación siga empeorando y más y más clubes continúen desapareciendo ahogados por las deudas causadas por una competición deficitaria. ¿Qué mejor momento que el actual para iniciar el cambio?

El objetivo de este artículo no es conseguir que la RFEF adopte uno de estos modelos a corto plazo. Ese objetivo está fuera de nuestro alcance sin ninguna duda. Sin embargo, lo que sí podemos conseguir es correr la voz, crear debate, demostrar que los aficionados deseamos un fútbol mejor y más saneado. Una vez se extienda esta idea y se haya generado el debate podrán surgir más propuestas y, en última instancia, la RFEF tendrá que tomárselo en serio y mover ficha. Sin duda, otro fútbol español es posible. ¿Por qué no intentarlo?

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